miércoles, 10 de junio de 2015

Sindrome de nada, dedicada a mi reina.




Debato entre sabanas de lino,
entre  estos oceanos hechos a mano,
ya no tengo a nadie a quien contarle,
lo que pasa por mi cabeza.

Las sabanas se tiñen de rojo y me entra el sueño,
ya no existo mas ya que me rodea y me desaparece de este mundo,
me recojo mas y admito el silencio,
dándome bienvenida al mundo de la nada.

Para mí ya no existe el tiempo ni el tacto,
el calor ni el frio envuelven mi ser y no se si tengo cuerpo,
no quiero pensar en nada y que pasen las nadas,
porque el tiempo ya no existe y esto no acabará.

El inicio parece tan distante ya,
no se de mí ni tampoco de mis recuerdos,
aquí no hay musica, memoria ni emociones,
aqui no existe la existencia, no existe un principio ni final ya para mí.

Aquí no hay cielo ni tampoco hay infierno,
no hay miedo a confrontar a mi Padre ni tampoco al demonio,
aqui no hay justicia ni maldad,
aqui solo comienzo yo a existir, porque empiezo a respirar.

Los latidos de mi corazón comienzan a golpearme,
el oxigeno comienza a fluir y se acomoda en mis pulmones,
veo luces que algunas veces van y vienen,
y oigo la voz de una diosa que me habla y se vá.

Pataleo porque solo eso puedo hacer,
siento como mi cuerpo se forma poco a poco,
me siento invadido por un liquido y yo sin aire respirando,
algo está conectado a mi y me provisional nutrición.

Todo comienza a acelerarse y mis recuerdos se comienzan a ir,
una fuerza me saca y la luz me ciega la vista,
todo es tan diferente e inconfortable,
esto me desagrada y pienso que voy a morir.

Luego siento las manos de una diosa,
ella me apoya de su pecho y me sonríe,
veo su rostro y todo lo malo se va,
y mi nueva vida comienza yo pensando en: Mamá.

MI REINA

*Este es uno de mis tantos escritos para tí mamá, que aun pasados todos estos años, aun te recuerdo y te amo con todo mi corazón, jamas podré decirte adios mamá, porque si pudiese, daría ahora mismo mi vida propia con tan solo volverte a ver, un momento mas, hablar contigo, y partir tranquilo. Dejarte ir aun para mí me duele todavía, aun me llamen egoísta y mal hijo, pero ahora quizá te pudiese tenerte, tocarte, cuidarte, no me importa lo que tenga o no, te tendría en mi propio egocentrismo. Madre, esas son palabras que a nadie mas yo les vuelvo a decir, porque aun yo teniendo todos los amores del mundo, solo hay un solo amor que con el tiempo verdaderamente me enamoró, tú, mi madre, solo tu.