No soy como fortaleza solida,
piedra sobre piedra y su solida resistencia,
el reloj de la vida es corto,
temo que se pueda acortar.
Me cuesta creer en tus virtudes,
nunca veo el beneficio del pasar de tan rápido personaje,
me siento como un ser eterno sin su inmortalidad,
una decada y mi fortaleza esta cayendo.
Aún veo el humo subir entre el cielo,
su fuego calcina mi templo y deja cenizas,
mientras en mi locura observo como extingue lentamente,
y el fuego se va apagando y desaparece para siempre.
Alli conservaba mis tesoros,
los guardaba bajo seudónimos e hipocresías clandestinas,
y su llave aun esta en mis manos,
pero al no entrar se incendio con todo.
Que destructor es el consumo de nuestras vidas,
tu jardin ya no parece igual y todo te harta,
tus hojas se secan y caen al suelo,
para señalar que el árbol se secó y vida siguió.
El tiempo tiene sus historias y cómicos personajes,
luego cambia a trágicas novelas,
donde la protagonista juega con las historias del tiempo,
en una historia que fue programada para deteriorarse.
El cansancio fue inyectado en mis venas,
la paz no reposara mas en mis aposentos,
aunque lo sufra el seguirá contando,
los años leyendo las historias del tiempo.