No hay luz sin un sol ni un sol que brilla solo para mí,
mi oda a la luna que brilla,
oda a la luna que me aventura.
Una de las muchas me acompaña en una de las noches,
duerme cansada mientras la otra se regoje fetal
y dolorosamente en el mueble.
En una noche en donde mi amante brilla clara y hermosa,
nada tiene color ni gusto, puedo sentir su sutil abrazo,
y sus sutil rechazo.
Me regocijo ante la vista de la luna y mi lengua serpentea,
entre la boca de una tercera, le robo la vida mientras la mia se viene, fijense que la oscuridad a mi
si me conviene.
Quiza la eternidad es poca para esta lujuria,
donde una cae y otra viene. donde destruyo familias y unifico venganzas,
¡oh que grande es este placer, luna amargada!
Claro que te prometo un paraiso, un par de alas angelicales, un placer sensacional,
y una ternidad prometedora.
Te lo daré todo, y con gusto te raptare al infierno de mi lujuria,
comere tus alas, sentiras dolor y placer, todo mientras perderas tu inocencia en mi setro
abismal.
No huyas ninfa de la luna, que me guío de tu luz y sin ella me sumo a la oscuridad,
dejame tocarte, que soy de confianza, así como lo fue el mas querido de Dios
¡el arcangel Lucifer!
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