sábado, 24 de noviembre de 2012

Teorías de la llamada noche

Oscura quizá y malaventurados los que habítan bajo
su encanto, somos lujuriosos del pecado y aún queremos mas
y más vivír dentro de esa penumbra tan siniestra.

Me siento con el diablo en forma de mujer, enciende su cigarillo y me mira, la veo pero su descripción es imposible: su pelo es de un color indescriptible, blanca como la nieve dado a su palidéz expresada, sus ojos azules como cristales y algo esconde en esa boca que no sonríe, como sí el depredador escondiera su arma a su presa.
Le hablo sobre el mundo, de como sería un mundo sin ella y sus influencias. Le dije que todo sería perfecto, que no pecaríamos dado a sus tentaciónes, que ya no habría dolor.

Su respuesta superó mis preguntas habidas y por haber, mis dichas, mi todo, me dijo:

- Culpa mía no es que peque o no el humano, los hijos de Adán y Eva nacieron con esa decision, hasta los mismos padres de sus padres nacieron con esa atadura del libre albedrío. Yo insentívo, yo murmuro en sus oídos del corazón y sugestióno, mas no intervengo.

-Por tí fué que Dios nos maldijera a cada uno de nosotros criatura del abismo- contesté yo mas no sabía mas que decír.

- La mujer cayó por cuenta propia, y luego la siguío el hombre sin cuestionarla, yo solo sugerí y observé lo que pasaría. El ser humano quizo Dios ponerlos en un trono mientros yo sería el que los alabara y me postrara ante ellos. Mas yó reinaba mucho antes que fueran creados ellos, yo era una reina, la mas grande, de entre todos los hijos del Grande de los cielos, pero así como subes la mirada al cielo mientras hablas con tu creador, así caí yó como rayo a este mundo, habitando los aires y gobernando el lugar del martirio y crujir de los dientes.

- Aún así tu existencia no es de agrado aquí en estos terrenos.

- Verdaderas son tus palabras, pero mi existencia es necesaría, ya que la oscuridad es la ausencia de la luz, la maldad es la ausencia de la bondad, si no existiera yo, ¿como se exaltará tu Dios?, yo caigo en desprecio y eso no me importa, mas a él por elegír y ser camino de verdad lo apedrean y no creen en su palabra, porque mas dulce a saborear es la mentira que es como veneno, que una verdad amarga que hace florecer el alma.

Me quedé pensativo cuando el diablo cayó, apagó su cigarillo y sonrió dulcemente. Le doy un buen sorbo a mi trago y siento como se desliza por mis adentros, la noche en una calle desconocida de Italia en una atmosfera pesada y seductora me hace sentirme cansado y sin ganas de nada.

- Tu tienes aún el cariño de tu Dios- dijo el diablo- aún siendo un hipocrita, por el simple hecho de tener su espiritu dentro, recibir perdón y arrepentirte, luego hacer mil diabluras olvidandote de tu devoción, decepcionandolo, matándolo de dolor. Eso es de valientes Johan- rió descarada y fuertemente el diablo.

Yo solo lo observé mientras de mí se burlaba. Mi alma y mi corazón reconocían esas palabras y tenían razón, yo soy un hipocrita. Cuando se calmó, tiernamente posó sus manos en la mia, y me dijo:

- Yo desde que naciste te observé, has sido interesante y ya es tiempo de que partas de este mundo.
Desprecias a cada humano que habita cerca, mas aun siempre olvidas y perdonas, cosa de tontos, cosa de ciegos, pero tu corazón aún no siente rencór ni odio. Te he visto observar a lo lejos la vida de otras personas, envidiandolas pero ausente de sus vidas, curioso de lo que dicen y no has derrochado palabra alguna de sus acciones, tal como la caja de pandora. 
Pero ahora te doy la oportunidad, de hacer lo que mejor haces, que es observar, el querer saber. Yo he observado mucho, pero sola, tu serás mi acompañante hasta el fin. Pero si te niegas, dejaré que mueras, pero nadie sabrá que has existido, tu existencia será olvidada y no dejarás memoría alguna.

Tomé de sus manos y besé su cuello mientras ella hacia que mi interior se asqueara. Mas no importo ya que mi lujuria incontrolable me atrae hacia ella.

Claro que acepté, pero no por sus proposiciones, sinó por lo ultimo. No tengo mas donde ír, mi asiento al lado de Dios ya ha sido removido y no hay lugar alguno. Tengo miedo, no porque me valla con el angel caido, sinó porque nadie sabra que alguien temeroso al olvido murió y se fue para nunca volver. Sé que el diablo en forma de mujer me engaña, pero utilizo esa mentira, simplemente para observar como se comprueban mis teorias de la llamada noche.


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