Acaso fue por voluntad propia lo que retorno mi sueños?,
acaso una sombra puede manifestarse escribiendo?,
no ya que las sombras no tenemos cuerpo,
pero al mismo tiempo si puedo escribir.
Llegarte siendo yo un ente de otro mundo ajeno al tuyo,
conquistarte y saborear tu imaginación con mis travesuras nocturnas,
tantas cosas son las que mi alma anhela de tí,
tu vitalidad es mia desde nuestro erótico encuentro.
Ese momento en que yo observaba como dormías,
cuando te veía crecer y tu mirada maduraba,
donde nuestro alcance era certero y nuestro amar nada nuevo,
porque el presentimiento nació el día que respiramos.
Hay nueva inspiración nueva y nada maniática,
el coro del inframundo palpita en mi cabeza de nuevo y se abren sus puertas,
ya me veo navegar junto a otra sombra en las profundidades del libro Estigia,
donde nos paseamos entre los héroes y villanos de nuestra historia.
La inocencia se perdió desde el momento en que me dejaste entrar,
cuando pude tenerte en mis brazos y presentarte a mis hijos,
saboreé tu alma y sacié mi locura con el rojo de tu vida,
nos fuimos y viajamos por nuestro cielo en un ciclo sin fin.
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