jueves, 28 de enero de 2016

Tal vez es el amor




Algunas veces es el vivir por siempre en un instante,
o tal vez poder desde el principio perderte y luego reencontrarte,
el vivir de la mejor forma pensando no en uno sino dos,
dos en uno en la onomatopeya de siempre.

Tal vez es la sensación de querer hablar con esa persona,
el tratar de medir tus palabras cuando le escribes un mensaje de texto,
convertirte en un bobo cuando ves sus ojos en una interrogación,
tal vez es el amor.

Cuando sientes que lo tienes todo y a la vez te falta un mundo,
el de quemarte por dentro cuando lo indistinto se hace evidente,
callar porque tal vez lo puedas arruinar al hablar,
tal vez es la emoción.

Tal vez es el amor porque tengo todo menos tu mirada,
porque no ha sido hecha para mí y su dirección no es a mi destino,
es que al ella hablarte esbozas una sonrisa de una ciudad a otra,
y al irte a dormir esperar ver su figura entre las nubes del sueño.

Es algo incognito porque no he besado un labio enamorado,
no he saboreado el intento de un "te amo" en una coalición de corazones,
solo he pintado en palabras mis afecciones a esa criatura lejana,
aquel ser extraño que llama mi nombre en cada mañana.

Es oír su voz al otro día cuando recuerdas el sueño,
el no poder llenar su espacio porque se ha rechazado al mundo,
no poder ver sin poder ver el claro de sus ojos,
el no dejarte de pensar.

Quizá fue porque no me lo esperaba,
puede que sea porque el angel me envolvió en sus alas cuando me miró,
o pudo quizá ponerme su aureola fue una mala idea,
o quizá tal vez es el amor.



sábado, 9 de enero de 2016

Encuentro con la dama de blanco






Un suspiro viaja a traves de mi boca al recordarla,
me la pintaba jugando con la luna y balanceandose en las estrellas,
el viento gelido en época de otoño anunciando el invierno,
y un cigarrillo en medio de una noche solitaria.

Yo iba pensando en recoger los trozos fragmentados de mi vida,
cada fragmento un nuevo pedazo por destruir,
halle una gata blanca de ojos azules que me observaba,
en medio de la noche en aquella casa abandonada.

No me interesó y segui buscando pedazos por destruir,
el viento me susurró y me abrazo por la espalda sin anunciarse,
yo mire hacia atras averiguando si había una presencia,
y el silencio me saludó como un viejo amigo.

Senti esa presencia a mi alrededor,
me temblaron las piernas y cai de rodillas en el suelo,
senti que llego un carcelero a por mi,
vino la que me iba a aprisionar, la dama de blanco.

Quise verla pero su luz era extraña,
no tenia brillo pero iluminaba toda la habitación,
vi el color azul de sus ojos que se distinguía en esa luz,
me cedió su mano y yo de estupido accedí.

Ella me fue acercando a ella,
su aroma nublo mi percepción y babee como un niño,
ella es la santa patrona que me va a matar en su cruel abrazo,
me arrebatará el alma y secara mi cuerpo con su beso mortal.

Ella me abrazo y apaciguo mis pensamientos,
no quise pensar nada mas y me entregue como un niño,
descanse en su regazo y me envolvió su ser,
me envolvió para siempre en su mortal abrazo mientras mi vida cesaba.