jueves, 30 de junio de 2016

En donde habita mi paz




Caído:
 Perdido entre sus dedos,
yo muero tras el encanto de sus besos,
los labios de la brisa otoñal que se despide de mi estación,
que soslayará con un críptico amor una mirada fugaz.

Ella me ha deshuesado mi cuerpo viviente,
se ha acomodado bajo los brazos de un extraño,
ya no deseo ni esperanzas de resurrección,
yo no vivo yo trasciendo entre los muertos del amar.

Costela: 
Te he visto entre junglas de concreto,
vociferar a boca cerrada todos tus secretos,
yo soy el espíritu que está unida a tus amores,
la que corona en tu mente el terror de la soledad.

Soy la perfección mas el cuerpo imperfecto,
tu tormento y la amada que corrompe tus añoranzas,
solo tu me perteneces mas poseo a todos,
soy la que te ha visto nacer y la que te ve desfallecer.

Caído:
Y tu que me atormentas y te ries de mi desgracia?,
eres el lienzo que siempre quise tapar,
mas al ver tu imagen en mi se desmorona,
aquella paz que mi ser limítrofe no corresponde.

Que puedo hacer para dejar de pensar en tí?,
trasnocho en espera de un romance nocturno,
pues ni la luna ni las estrellas adornan lo de tu belleza,
mas caigo de tu cielo como angel caído.

Es que acaso ya no tengo remedio,
yo me plasmo entre los simientes de una loca inmortal,
el frio la acompaña y la locura le aconseja,
y tanto amor para un ser pagano.

Costela:
En cada minuto es tu intento,
de romper mis cadenas y de respirar la dulzura,
mi cordura cayó desde tiempos atrás,
cuando con cara de inocencia me hiciste ama. 

No pretendas alguna vez ver la armonía,
no te quejes que te acompaño en tus noches en forma de rayo,
tan rapido y ruidoso fue tu impacto en mi vida,
que preferí encadenarte a dejarte descansar.

Yo soy incomprendida de mente singular,
de mi te enamoras y no puedes escapar,
niebla negra que asfixia tu mente,
de mi valle de amor no podrás salir jamas.

Soy el comienzo y el final,
lo presente y lo que siempre existió,
no me descubras que tu nunca me encontrarás,
mas te veo a lo oscuro mis ojos esperar.

Soy la coronada que su piel de oro es,
la que con una lagrima saciará la sed de este mundo,
soy diabolica conspiración de aquello inhumano,
mi amor es un arte, el arte de robar.

Caído:
Que hacer mas que esperarte en mi ventana?,
conjurar tu nombre y suspirar al ausentarte?,
dormir y en mis sueños poderte soñar,
y olvidar tu rostro y con una lagrima despertar?

Son tantas interrogantes que tengo de tu origen,
que busco mas a sabiendas de tu maldad,
ya es tanta que juro que conmigo naciste aquel diciembre,
mas inmortal de todos los tiempos eres ya.

Miénteme con un abrazo y acogeme en tus alas,
que acepto de este mundo querer desaparecer,
sentir que nuestros cuerpos vayan a dejar de existir,
y bajo la luna entre los astros nos puedan recordar.

Ya no es un juego nada de este amor,
un amor platonico entre el sol y la luna,
me convertire en tu aliento y nos iremos a morar,
en aquel sitio en donde habita mi paz.























miércoles, 15 de junio de 2016

Cuando me consuman las llamas




Lo inevitable del dolor es el cambio,
el poderse asombrar de haber caído tan bajo y bañarte de dolor,
el de creer obtener un cielo que parecía ser regalado,
y despertar en tu propio infierno calcinándote por bufón.

Tanto amor y proveedor de la dulzura,
para tanto amargo y el rechinar de dientes,
la flor mientras mas colores tiene mas venenosa es,
mientras mas finja felicidad mas triste es la agonía.

No te niego que ahora la tristeza corre por mis venas,
trepa por mi piel y pudre mis entrañas,
este es mi escrito porque no me avergüenza mi decepción,
para todo es una vez y para esa la experiencia.

Acaso puedo yo pretender amar a una muñeca?,
tu sonríes y te veo deslumbrar ante las luces del sol,
mas no veo lo místico que me quizo arrebatar desde ese día,
y detrás de tanta belleza solo hay un caparazón sin nada.

Pero que les puedo contar de mi parte?,
que vivo en mis propias fantasias y estoy sediento de amar,
que ahora pago el precio por no saber cuando parar,
y que solo me queda decirme que me tengo pena.

Mas si tengo lastima de aquella pobre alma,
logró su cometido y ahora baila al son de mi penuria,
pero por las noches cuando se ruede en su solitaria película,
dormira con su propia antagonista.

Cuando me abrazan las llamas las hago mias,
esta sed que no se acaba y mi orgullo es lo que me detiene,
me supo a diabla lo que se me insinuo como angel,
angel de amor no correspondido y alas cansadas.

Vivir sin usted?, si, por que no?
me iré a su lado que me espera entre lo oscuro en mi habitación,
veo sus ojos azules y se que este tiempo voy,
nuestro sueño y aprovecho ese ratico de eternidad.

Este es el espacio donde muero contento,
siento sus alas y oigo el sonar de su voz,
me llama a no despertar jamas amando sin dudar,
posar mi cabeza en sus piernas y mis ojos cerrar.

Poco a poco pinto mi alrededor con mis propios colores,
aquí no hay nada malo y la coronada conmigo está,
se me va la energía y por siempre quisiera estar,
con mi amada cuando me consuman las llamas.
























jueves, 9 de junio de 2016

Ella, la droga



Cuanto es lo extrañado cuando lo predispuesto es obsoleto,
cuanta la vanagloria cuando el orgullo nos amarga las mañanas,
pensar en ella es como un mal que me tiene enfermo,
por que sus espacios son de ancho calibre y de incomprendido amorío.

Por que ver sus ojos es como ser violado por la naturaleza,
su sonrisa picara y actitud impotente son como de santa patrona,
sangre de perlas que tiñen de blanco la tinta del cuerpo,
y su sombra me acompaña cuando al jardín salgo a pasear.

Es la que me ama y la que me atraganta,
la que me revienta mis ilusiones y me demuestra el pisotón de la vida,
la que ha secado mi espíritu y la que negocea con la santa madre muerte,
la que no me toca y la que desaparece al volar.

Yo quiero llevarles a la corta historia,
de una película mental que les podre hacer llegar,
de aquel joven que volvió eterno el momento de verla,
del que se murió por amor, el drogadicto amador.

Cuanto puede aquel rey vivir sin amor?.
sin saber acaso lo que es mirar el espejo con una sonrisa mañanera?,
permitirnos doblegarnos la tentación de nuestros cuerpos,
reinventar nuestra locura con una droga de la felicidad.

Cuanto dolor el saber que no puedo poseerla,
como aquel disparo que no sientes hasta ver,
ella priva mi vida y mi ser pedía mas,
me llevo a la psicodelia y me mató.

Es aquella la de ojos azules,
la que me atacó con su beso de gélidas delicias,
sexo y amor arrimado en cada encuentro,
gustosa locura con ella, mi amanita.

No la puedo mirar porque me me cautiva su mirada estrellada,
porque soy adicto y ya me gustan sus maldades,
yo con ella me destruyo y calcino el deseo,
y me uno por siempre a danzar con la nada.

Apiadate de tu amante perdición de alegres viajes,
porque nuestro romance se extiende entre las galaxias,
entre el cosmos y la glandula pineal,
el tercer ojo y la inocencia.