Desespero en una sola palabra,
desesperanza en toda la oración amargada,
exageración precipitada que te ahoga en la cama,
miedo a quedar en un olvido continuo y sin pausa.
Es la ausencia de la gloria que algún día soñaste,
es la filantropía de un transtornado desgaste,
aquello que con palabras en mi pecho marcaste,
con la navaja de tu filosofía te desquitaste.
Por qué darlo todo en un suspiro?,
todo tiene que quedar como lo deshecho?,
inservible e irreparable directo al zafacón,
apagando toda esperanza profunda en una canción.
Malevola emoción de aquel que lo sufre,
vigorosa sensación que corrompe,
diabolica seducción en un para siempre,
premeditado atentado a un suicidio preponderante.
Quien puede reparar un juguete quebrado?,
no jueguen conmigo que mi dueño me ha olvidado,
que mejor relación que la del sufrido y el castigador,
el miedo me inspira a la vida pues es dolor.
Miedo a que te roben tu alegría,
miedo a que no te amen como querías,
desilusión total que conlleva a la anarquía,
anarquía con sabor a miedo como pan de cada día.
Pertenezco a un mundo dominado por el horror,
elevado alguna vez por aquello llamado terror,
no tengo miedo porque la nada se ha convertido en mi honor,
tengo miedo por ser envuelto en el olvido abrazador.
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