lunes, 21 de agosto de 2017

Romance



Perplejo bajo una luz cegadora,
una estrella ha bajo a visitarla,
le ha robado su brillo y queda inspirada,
tras la belleza de su hermana la caída.

Destello deslumbrante de una gloria añorada,
el tiempo se ha perdido en su propio correr cuando anonadado la admira,
los elementos se vuelven terceros cuando caen en cuenta,
que su pelo se vuelve creador de un espectáculo que se torna ancestral.

Que tan vulnerable soy ante su sexo,
naufragan mis sueños y se ahogan en su beso,
es el desvelo de media noche de un enamorado,
es el aguijón mortal que conlleva un dulce veneno.

Prometo no enloquecer ante sus mirada,
en mi abrazo puedo sentir que me miento si pienso llegarla a poseer,
pienso que es mi piedra más es el mismo camino donde recorro,
es lo tierno y lo adorable bajo una apariencia angelical.

Que podría yo hacer si la tuviera en mis manos?,
sería mi amor el comienzo de sus mil amores?,
nunca he de ganar porque ella es mi trampa,
malevola lujuria que tono de amar.

La tengo en mis brazos y me hago suyo,
recorro mis labios en sus pechos con sabor a victoria,
mis manos trazaran una historia conjunta que no tiene final,
cuando el aroma de mi piel envuelva el suyo sin tocar.

Ella se posa en mi como una posesión,
el éxtasis de nuestros cuerpos pervierten el espacio que se hace suyo,
el jadeo de un esclavo y su ama retumban componiendo una nueva canción,
la droga de su saliva ahogan mis instintos convirtiéndonos en uno.

Mi fuego se convierte en incendio cuando siento el placer,
el caudal de sus jugos de amor descansan en mis entrepiernas,
desborda el deseo y se apacigua la razón,
crece la locura y nace el amor.

Su fruta es tan deliciosa e invita a pecar,
el romance de vivir y ser amado,
el vicio que provoca ese sentimiento de adoración,
y sabiendo que es mentira te arrojas sin pensar.

Afrodita de blancos cabellos y azules sus ventanas del alma,
el mármol adorna el color de su piel tan fria,
poza su mirada en el fuego de mi pecho,
y vuelve a su patria con el sentimiento entre sus patas.

Deseos y tantos por querer,
el beso acongoja lo pequeño de mi autoestima y la revienta,
soy el artista que su obra de arte domina sobre su sanidad,
porque es la definición del añorado romance que engaña mi corazón.














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