lunes, 30 de marzo de 2015

kannivalistikós erotevménous




Ese presentimiento antes de la batalla,
el metal cuando suena al marchar de la guerra,
se encuentra mi enemigo delante de mí,
a dar con el con mis fuerzas y sed de batalla.

Sus ojos no se despegan de los mios y bailamos al compas del combate,
la rabia interior nos llena de fuerzas y la adrenalina corrompe,
nos llenamos de fuerza y peleamos,
dentro del fuego en el campo de nuestra guerra personal.

Cada vez que te veo me ha llenado usted de macabras intenciones,
la sangre llama y esta corre sin permiso,
me han dominado estas violentas ganas de más,
dame mas que ni por mucho ganas me sobrarán.

Cuando nuestros cuerpos chocan en un ritual de fuerza,
cargamos nuestras armas y dejamos el metal hablar,
yo te veo a ti hermosa y con labios rojos de agua viviente,
puramente caliente, puramente complaciente.

Dejadnos compañeros de batalla desempeñar bien nuestros roles,
de enemigos uno al otro y sin poder dejar de amar la situación,
que de nuestra violencia nacen todos mis deseos y mis reprimidos gritos,
de la rabia interior que moldea con sustancia de cariño mi interior.

Tal es mi gusto por la batalla como el tuyo de agobiarme,
apacigua mi sed y conmigo ven a acabarnos mutuamente,
este conflicto eterno por mi no fuera a parar,
porque es nuestra dulce relación de demoniaco amor.

¡Ven dragón de oscuras fauces y aliento infernal!,
que mis ganas de luchar no han cedido y quieren un pedazo de tí,
continuaremos tal catastrofe en aquellos cielos perdidos del norte,
donde entre las nubes rugirá nuestra leyenda por los siglos.



domingo, 1 de marzo de 2015

Letras a una madre que vive en mi presente





Las ganas de escribir me sobran cuando resaltas en mi mente,
pero al comenzar la tristeza invade mi alma y no puedo componer,
el invierno es frio y los días son largos si no te tengo a mi lado madre,
y las horas pasan lentas tanto como lo fue tu muerte.

Pilar y roca fuerte fuiste tu en vida,
pero caiste con el paso del tiempo y el deterioro,
hoy en dia me encuentro entre tus ruinas y lamento lo sucedido,
y me quedo en lo pensativo de que voy a ser yo en un mañana.

Me acordaba de ella con su semblante duro y fuerte,
siempre dulce y ruda a la vez, valiente en sus palabras y dadora de hechos,
ahora esos recuerdos son distantes y ajenos porque su retrato débil y acabado palpita en mi cabeza,
y ahora su bastón simbolo de fuerza caida reside en mi armario.

En las mañanitas soleadas y calurosas salía al patio a tomarse su cafe y a fumarse su cigarillo,
en las tardes en la terraza mientras hablaba de su trabajo e investigaba mi vida,
y en las noches con rostro abatido hablábamos mientras me relajaba en la terraza de su habitación.

Hubieron tormentos sin fin en los dias de tu vida,
ahora me toca a mi repartiremos entre arrepentimiento y completa hostilidad,
muchas veces no me puedo creer tu partida y tu nombre es lo único claro a recordar,
y tu rostro en los recuerdos de tu familia y amigos.

Tu voz ronca y tu melena de león aun no se me pueden olvidar,
cuando peleábamos y nos enojábamos a veces hasta me reía porque me sentía vivo,
pero tu inesperada muerte me deja hoy sin aliento,
ya ha pasado tiempo y todavía no te olvido.

Todavia no quiero ni pienso olvidarte,
anclare sobre la mar en una isla con tu nombre,
mi primer pensamiento al amanecer sera desear tu cafe,
que algún dia desearía tomarnos uno y charlar de nuevo.

Muchas cosas he deseado decirte si lo hubiese podido saber,
muchas canciones te hubiera cantada o quizá estar contigo en silencio fuera suficiente,
yo te hablaba y sabia que me escuchabas cuando me despedía de tí,
y tu rostro frio senti yo cuando te acaricie la frente y te dije: "Adios mamá".