Cataclismo entre sus montañas,
picara sonrisa y gatuno su andar,
le escribió una carta al viento y voló,
voló lejos hacia su gran aventura.
La vi sentada entre tantas sombras,
todo blanco y negro en un sistema esclavista,
fue como un instante todo fue emocionante,
y la rarez de su color entre tanta opacidad.
La poseía mas no era mía,
la raptaba para mí y no hacia nada,
me quede parado y no me salía el habla,
mas sin pensarlo me acerqué y le dedique mi admiración.
A quien mas que a ella le escribo de mi día,
porque se llevo un suspiro y de allí salió victoriosa,
sin saber nada ganó una guerra interna que tenía,
cuando disputaba un segundo que sus ojos se posaren en los míos.
Cual es la excusa de Odiseo y su infidelidad?,
fue la belleza de Calipso o el cansancio de su viaje?,
fue que olvidó de meta de a su cama volver a dormitar?,
o su tristeza al verse perdido por la niebla de su olvido?
Fui feliz y por esos pequeños momentos le aprecio,
quiero que me devuelva lo que sus labios me robaron aquella vez,
entre la ciudad colonial y buen gusto del vestir,
entre mi vicio y sus pechos hechos poesía.
Que hacer para hablarle señora azul?,
la sigo con mis ojos y no se digna a mirar,
usted ya va acompañada y no quiero forzar,
como respondera si voy a verla señora azul?
Escribiendo cartas al anonimato y viviendo con el hambre,
yo le llevo la maleta señora azul,
que hasta donde me diga caminaré con usted,
hasta que se olvide devolverme a casa.
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