Nadie sabia su pasado, presente, y su futuro era incierto, ya que eso que decía lo llevaba a padecer muchos problemas con las personas.
Un dia, cuando confesó lo que dijo por 291293 vez, se lo llevaron ante un General del ejercito, al que le preguntó:
- Quien eres tú?- le preguntó el General.
El joven alzó la cabeza, y desde abajo hacia arriba, sentado el joven y el General parado, le dijo el joven con orgullo:
- Soy el sucesor del mundo- le contestó.
El General quedó perplejo al instante, pero luego empezó a reírse con mucha burla.
- Y que tienes tu, oh sucesor del mundo, que sea digno de mención?- preguntó en forma de burla el General.
- Tengo millones de cabeza de ganado a mi nombre, desde la normanda a la maine-anjou, todas en mi nombre, yo sucesor del mundo.
El General se burla, y manda al joven ante el Rey de ese territorio, no sin antes azotarle y maltratarlo, ya que el corazón de el General era negro. El Rey recibió al joven, y despreciando con la mirada al joven, dice:
- Para esto pierdo el tiempo?, el General tiene poco sentido del humor- se queja- Y tu, joven, quien dices que eres?
- Yo soy, soy el sucesor del mundo- responde.
A contrario del General, el Rey se indigna, y lleno de rabia le pregunta:
- Y tu que eres tan grande, oh sucesor del mundo, que tienes para ser digno de mención?
- Tengo todas las piedras preciosas, todas a mi nombre- respondió el joven- las tengo todas desde el oro hasta el zafiro, desde la amatista a la jadeita, todas a mi nombre.
El Rey mantuvo al joven en un calabozo con muy escasa comida durante semanas, y luego le pregunto:
- Mostrare mi benevolencia, que quieres antes de morir?, podré cumplir cualquier cosa que este bajo mi poder.
- Quiero conocer al emperador del planeta- respondió el joven.
Así se hizo, en su palacio encima de la montaña mas alta, donde tiene su palacio cubierto en oro,
los pasillos de plata, las telas en pequeños diamantes y su ropa de zafiro negro. El joven ya en un estado poco humano, todo golpeado, maltratado, y humillado, lo ve el Emperador y pregunta:
- Joven, son pocos los que tienen la dicha de verme- dijo el Emperador- pero te pregunto, ya que conozco casi a todos, y a ti no te conozco, quien eres que dices ser tan grande?
- Soy el sucesor del mundo, el que tendrá todo poder y jurisdicción sobre todo lo que hay en este planeta.
- Que tienes tu que te hace digno de tal mención?- preguntó el Emperador.
- Tengo millones y millones de mujeres enamoradas de mí- contestó- todas las virgenes hasta las casadas, las viudas hasta las que murieron, todas fueron y serán mías, y las son todas.
El Emperador se rie a carcajadas, y luego de reirse en toda habitación arrastrando al joven consigo, le pregunta:
- Me has hecho reír, tal cosa lo hacen pocos, que quieres que te de antes de morir?, todo lo que este bajo mi poder lo podré cumplir.
- Quiero conocer a Athenea, la diosa de la sabiduria.
El Emperador así lo hizo, luego de darle algo decente que usar y de limpiarle las heridas y cortadas del joven, invoca a Athenea.
La sala se iluminó, y una mujer con aura dorada aparece en la sala. La joven era hermosa, vestia de lino fino, prendas de oro y armadura de oro; ésta vé al joven y luego al Emperador y pregunta:
- Que me pides, ademas de mis consejos, joven Emperador, que haga ahora?, no tengo nada que hacer con el mortal común que veo ante mí.
- Su deseo fue verte, moriría mañana- respondió el Emperador.
- Bien, retirate- le ordena al Emperador.
El Emperador se va de la sala. Luego de ayudar al joven a levantarse, ella se sienta en el trono del Emperador y de arriba a abajo, le pregunta:
- Quien eres tu que te hace ser tan grande?, quien dices ser, valiente joven, que mañana tienes que morir?- pregunta la diosa.
- Soy el sucesor del mundo- le contesta.
- Y que te hace digno de tal mención?- le pregunta la diosa.
- Soy esposo de la diosa Athenea, ella es mi mujer. Yo comando naciones bajo mi nombre, todos los ejércitos son mios. Toda comida, todo armamento, toda vida esta bajo mi jurisdicción, y también está la vida de todo animal, todos son mios.
La diosa no se rie ni se indigna, solo lo mira. Luego de segundos de observarlo, que parecieron años, o años, que parecieron minutos, le pregunta:
- Que quieres tu, antes de posar bajo mi espada mañana?, te puedo cumplir cualquier cosa que este bajo mi jurisdicción, gracias a que veo que tu valentía es mucho mas que tu ingenuidad.
- Quiero conocer el dios de esta realidad, de este mundo, que es Zeus, el cronida.
Así mismo hizo la diosa, y luego de parar al joven y darle buen atuendo y cicatrizarle las heridas con su poderes de diosa, lo toma del brazo y dan un paso hacia delante. La diosa y el joven se encuentran delante de un hombre de corpulento cuerpo, barbas largas y blancas y ojos de fuego.
- Quien osa de entrar sin permiso en mi presencia?- preguntó con voz de trueno el poderoso Zeus- Athenea, quien te permitió traer ante mí tal humano?
- Era su ultimo deseo que le concedí, quería conocerte antes de caer bajo mi espada mañana.
- Bien- exclama el dios Zeus- tú, Athenea, vete y déjame interrogarle.
Athenea deja la sala, y le pregunta Zeus al joven:
- Quien eres que te hace tan enorme?, según veo no eres nadie, y no te conozco.
- Soy el sucesor del mundo- responde el joven.
- Y que te hace digno de tal mención?- preguntó Zeus- aun este mundo no tiene sucesor y eres humano.
- Tengo bajo mi poder todo el mundo, el planeta, bajo mi está todo humano, y lidero como un dios humano. Soy nuero del dios Zeus y su protegido, y vivo por siempre por los siglos de los siglos, soy el sucesor del mundo.
Zeus se encoleriza y dispuesto a exterminar al joven con su rayo, le apunta y le pregunta:
- Oh Joven, que quieres tu antes de ser exterminado por mí, Zeus, el cronida, padre de los dioses y dios de los mortales como los inmortales?, habla, que todo lo que está bajo mi jurisdicción se te será cumplido.
- Que todo lo que alla dicho yo acerca de mí, sea cierto.
Son muchos los que actúan como grandes, que gustan de pisotear del verdadero sucesor, el sucesor no lo sabe, pero en lo tardió de darse cuenta abre sus ojos, esta es la historia de lo que vive hasta hoy, del Sucesor Del Mundo.
