No me importa darme por perdido en valles de ignorancia,
el arrojarme de la montaña mas alta del mundo y caer de espaldas,
el tomar el dulce nectar de la mamba negra,
o el lanzarme al mar a esperar que me arropen sus aguas.
Escapar de esta realidad y vivir en un mundo donde solo soy yo,
donde juego con las fieras por el día y en la noches descanso en paz,
donde cuando me aburra me de una escapada hacia el Atlantis,
y me hunda con el hacia las profundidades del oceano.
En este vasto mundo de hipocresía donde vivo en día,
el fuerte manda y el debil conmemora su derrota,
el bueno es juzgado cuando falta
y el malo celebra cuando hace lo que tiene que hacer.
Que hay de bueno en tal planeta donde la felicidad es dictada por los ricos,
y la desdicha por los influyentes?,
la desesperación arropa mi juicio,
y mis tristezas mi alma.
Ahora se ennegrece mi corazón porque nadie me ha sabido ayudar,
porque son muchas las actrices que entraron en mi vida,
tanto rechinar de dientes para una ilusión perdida,
perdida en la nada, perdida.
Como duele el saber que tanto entregaste para nada recibir,
el sentirse solo porque no eres igual a los demás,
que tanto hay mal en mí que tantas tormentas circulan en mi alrededor,
que tanto debo pedir para poder tener?
Si tanto me he equivocado?,
acaso no puedo llamarme humano?,
acaso el humano no puede fallar y caer?,
o no lo soy que no me puedo levantar?
Este es el acápite de mi poesía final,
ya no volveré jamas a retornar a la ignorancia,
por siempre viviré en el mundo de los sueños,
doy sí en mi voto a la somnolencia.
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