Es gracias a lo amado que es el vivir,
el vivir por el amar el sentir,
cada latido es una traducción diferente,
es este vocablo del amor.
Viajábamos donde la vista no tenia limites,
donde el sentir era el funcionar,
donde el interpretar era traslucir,
el hecho de esta tragedia de amor.
Costela se pierde en ventiscas frias de un amor platónico,
se une con la blanca nieve y mis defensa quebrantaba,
el azul de sus ojos luna bella,
y el sentimiento de un amor perdido.
Ella me selló con el amor de una dama,
me cautivó con sus palabras y me embriagó con sus miradas,
hizo de mi lo que le placiera y mira que le resultó,
y se rió de mis poemas de amor.
Luego vino el sello del desamor,
el que me arrastraba en la neblina de mi vampira,
se sentía lejana estando cercana,
me consumía el animo con la indiferencia de su mirada.
El sello un amor platonico,
la sequedad de mi alma,
el ver al mundo destruirse y no importarme nada,
el a veces no querer sobrevivir.
Yo me encontraba en mis sueños mas lejanos,
poder manejar un bello coche en una carretera sin fin,
con el atardecer detrás mío,
aplacando mi sed con las almas de mi pasado.
Si ella supiera que el cantar de mis canciones son hacia su persona,
que yo anhelo su primera mirada en cada despertar,
que el sol no nos respete la privacidad en nuestra posada de amor,
que el pensar fuera lo segundero de amar.
Yo soy lo mejor de tu vida y me queda el ultimo sello,
el sello de un amor no correspondido,
el que solo me quiere para poderme observar,
este voyeur de Costela y los sellos del amor.
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