jueves, 11 de mayo de 2017

El enamorado de la Luna




Bajo la desnudez de un cielo estrellado,
la veo tan silenciosa por todas las noches,
ella habla y no la puedo escuchar,
pues sus poesías son audibles solo para el palpitar de un pecho devoto.

Se ve tan sola en el negro cielo,
me llega la luz de otras estrellas en mi noches, 
pero ninguna como la tuya que tan pálida expresas tu amor,
y aun desviando la mirada te noto cada vez que me pierdo.

Ella me ha visto las noches de bello augurio,
entre el telaje de otras pieles y el aroma de las ninfas,
tomando del nectar de la afamada romantica locura,
y me da un rico beso nocturno cuando alzo mi vista y la vuelvo a clamar.

A quien pues aclamo entre tanto cielo decorado?,
a quien pues le intereso y todo tiempo se asoma a saludar?,
tan rebelde que sin importarle que tan grande sea el sol,
enamora corazones y continua su huida formando nuestros horarios.

No se somete mas es la poligama enamorada,
nos abraza en un helado suplicio desinteresado,
acompaña a los solitarios durante el frío y la oscuridad,
inspira cantautores y canta para si sola.

Tanto es es espectáculo cual te viera,
que el telon se abre cuando se avista por el techo nocturno,
no pertenece a mi cielo mas ella forma parte de el,
inexpresiva, en un trono conformado por estrellas.

Es la espectadora que me escucha recitar,
poesías por las noches y la escucho suspirar,
el enamorado de la Luna la vuelve a abrazar,
bajo su reflejo en las aguas donde me imagino que la puedo tocar.

Ella me conoce y me ha visto nacer,
ha visto mis adulterios y es espectadora silenciosa,
cuando deshecho los cuerpos del placer y la vuelvo a llamar,
me saluda con un gelido abrazo por todas las noches al irme a acostar.

Yo iba junto a todas las aberraciones,
en este Circo de corazones amedrentados,
cuando en una de mis plegarias ella descendió,
y no creí aun al verla llegar.

El pueblo se iluminó de repente,
no se necesitaba fuego para iluminar mi entorno,
su brillo bajo hacia el mundo mortal y la vi bajar,
magistral y bajo sus pies su gran tesoro.

Estaba yo acostado en ese árbol cuando la vi,
desafiando la realidad con una belleza irreal,
la escucho mas no ha dicho ni una palabra,
la veo, mas mis ojos no la son capaces de ver.

La musica de fondo empezó a sonar,
ella volaba hacia mi lentamente rompiendo el molde de mi realidad,
alzó sus brazos en mi dirección y me arrodille,
bajo el peso de su presencia y en sus brazos me desnude.

Era ese momento en la vida,
donde una eternidad pasa por ese solo momento,
no bastaba un para siempre en un instante,
mas como llego se fue por siempre aunque todos los días la pueda ver.












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