sábado, 10 de diciembre de 2016

El enamorado de la bestia: parte final




Cual sera el sabor del tiempo?,
tanto tiempo ha pasado en estas mismas paredes,
todas estas ruinas y la misma luna llena,
acá al lado del demonio blanco.

Por que quisiera yo disuadir al amado lector?
hoy lo humano quedo atrás y en mí vive lo macabro,
yo vivo y muere por el deseo de comer,
lo que antes fui antes de este tragico destino tener.

Me encanta cuando bajo a cenar,
los aullidos pasan sinfónicos en mi deslizar,
no toco el suelo mas estoy en el,
no tengo alas pero puedo volar.

Primero viene el deseo,
ese momento en que tienes un fuego inexistente en tus pensamientos,
mas lo siguiente nunca viene pero siempre está,
el hambre de quitar vidas.

Sientes que tienes poder sobre esa vida,
cuando baja caliente y deliciosa su vida por tu garganta,
soy el ladron de los sueños de la humanidad,
quien quiso ser nunca será porque llego su diablo.

La bestia me observa mientras peco,
nunca ha dejado de observarme y nunca saceo su deseo,
incredula!, como alguna vez puedo escapar,
si sus ojos sin verme están en mi mente.

Tantas cosas feas hago mientras estoy con ella,
mas me encantan porque me regocijo en la maldad,
ella fortifica su ser en cada noche en que volvemos a nacer,
mientras se congela nuestro tiempo viendo los siglos pasar.

Me despierto y me veo en las mismas calles donde la conocí,
me palpo y siento la realidad en mis pellizcos,
en la misma calle estaba ella pues siento su mirar,
al frente de mi la bestia que de nuevo me iba a robar.












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