jueves, 27 de diciembre de 2018

La Reina negra





Allí yace esa de coronada cabeza, del oro mas puro y la serendibita mas negra, allí yace aquella que su blanca cabellera resalta junto a su piel mármol de su armadura negra como la noche sin luna y sin estrellas, se llama Costela aquella que su mirada del mas helado azul cayó sobre la tierra, la Reina negra.

- Escuchame hijo y siente cabeza que le digo- dijo Costela, ella miraba el horizonte desde la torre mas alta de su castillo- abraza mis palabras y no las dejes ir ni cuando duermas. Cuantas veces me he puesto esta armadura? Que sino se ha adherido a mi piel haciéndose parte de ella, la piel de tu madre esta hecha de esta coraza fuerte. Mi piel protege al inocente como al culpable, a la madre como a el padre, las pantanos y las praderas, al feliz y al triste.
He peleado tantas batallas, mis pies han pisado la sangre de el enemigo, tanto también como la de mis amigos que cayeron a mi lado en las guerras, todos me asistieron y me dieron su confianza para lograr mi objetivo, un sueño que se volvió suyo porque creyeron en mí, dando sus vidas para que pudiese llevar a todos a un mejor futuro.

Ella desenvaina su espada, era plateada su hoja al igual que su empuñadura que tenia un brillo dorado al final de verla. Observa a su fiel amiga, la que se había enterrado en el pecho de muchos enemigos y traidores en sus historias, se voltea y le da la espalda a la vista de su reino. El sol estaba empezando a acostarse y besaba las praderas que redondeaban al castillo, la reina, con una eterna paciencia en cada una de sus reacciones al acercarse a su hijo.
Aliah, de rasgos morenos e inocente en su mirada, la miraba sin darse cuenta de la profundidad de lo que decía su madre, puesto a que era pequeño en edad. Costela levanta a su hijo y le dedica una tierna mirada, como si fuera partiendo a un inevitable final.

- Ram esta sedienta, le dijese monstruo pero como puedo negar lo que una vez fui?- dijo haciendo un gesto de preocupación- probablemente me olvidaras y no sabrás que alguna vez existí, que alguna vez te ame. Fuiste parte de mi y naciste bajo mi decisión, pero en vez de elegir tu lejanía te ame, en vez de simplemente sellar mi debilidad para siempre la mire a sus ojos llenos de pureza y me enamoré. Pero no mas debilidad, no mas retraso, que me destino apura.

Ella se acerca al balcón y mira hacia abajo. Millares de guerreros  estaban a sus pies, cuando la vieron asomarse por el balcon con su espada al aire, el grito de los hijos de la noche se escucho en todo el reino, dando por sentada el comienzo de la gran batalla final.

- Hijo de la primera- dijo Costela- cuidaran de ti tus hijos, tu otra mitad depara a pelear la gran batalla. Tu primera hija te velará desde una luna hacia la siguiente, hasta que no exista mas los satélites que nos dan su bendición, te amará tu reino, ya que tu reina y tu amante se marcha y existirá ajena junto a los que en mis pies puedes ver de la historia de los que quedan. No me volverás a ver, pero recuerda esto, que si se me concede el deseo y te vuelvo a ver: no seré un recuerdo!

Costela se lanza de la torre, y en un grito de gloria nace lo que hoy en dia es Eslobia.

sábado, 27 de octubre de 2018

La amenaza de los años



Por qué le escribo a algo que no es una persona?,
le escribo al tiempo que si existe y nos vuelve temporales,
condeno la insensatez de el niño cuando cree vivir por siempre,
compadezco al viejo que en su final se lamenta de haberte conocido.

Para qué brindar amistad si algún día acabará?,
para qué casarse si es inevitable la separación final?,
preguntas que me hago en una habitación alemana,
demencia en Aurich bajo la tiranía de el alcohol.

Maldita la vida por haberse enamorado de el tiempo,
vocifero su nombre mal pronunciado y veo su silueta roja,
vamos a su casa y hoy se me olvido llegar a ella,
porque me perdí en sus ojos mientras caminando iba con ella.

Alguna vez fui un niño y lo alegre perduraba,
dominaba el mundo en mi mente y ese era mi objetivo,
pero mientras mas me acerco mas a un limite que nunca supe,
realizo que la belleza marchita y la luz se apaga.

Pastillas vienen y mis ganas se van,
conocidos conocía y ahora no están mas,
pido ayuda y nadie me brinda el cáliz de la inmortalidad,
no le perdono y le odio mientras más le conozco.

La amenaza de los años me arrastra sin piedad,
lo que una vez vi ya ha cambiado,
lo que creí saber no supe nada,
el arte de amarle no lo pude apreciar jamas!

Cuantas memorias en fotografías de el pasado,
melancólico desastre que me otorga una auto-proclamada sabiduría,
quién puede matar al tiempo para que en mi no vuelva a habitar?,
quien se apiada y lo hará retroceder para volver a ver a mi Mamá?

Aún vivan por siempre mis escrituras,
mi carne se hará dura y el color de mis ojos se irán,
los gusanos comerían lo que una vez de mí existió,
y polvo seré porque una vez fui.
















martes, 9 de octubre de 2018

Poseído: la entrada



Como si acaso le escribiera a la nada, escribo en estas hojas los sucesos que trascendieron el concepto  de realidad que hubo alguna vez en mí. 
Mi nombre es Jack, no es relevante mi edad en esta tierra porque ya no habito en mí, de modo que antes no lo pensaba y solo supe que existía.

Todo empezó cuando la ví. 
La ví con su largo cabello negro, era rubio cuando la veía en regiones norteñas, tenía un nombre hermoso; algunas veces, se llamaba como las piedras preciosas, tan verde su color como el corto de su pelo, se llamaba como un ángel, la veía en el colegio con sus amigas hablar alegre.
De el blanco de sus cabellos, el azul de sus ojos no se escondían, cada vez que parpadeaba creaba un mundo nuevo y un nuevo romance, le encantaba fumar y bailaba abundantes alegrías.

Es un delirio que me ha comido hasta estas nuevas lunas, huelo su olor cuando ando en calle perdido en mis problemas, la busco pero no la encuentro, pero ella anda conmigo sin darme cuenta, pues le veo esas pecas entre la multitud asomarse.
Ella me descubrió una noche manchando su nombre, entre los fluidos de mi imaginación y los de mi amor, jadeando feliz por volverla a ver, imaginándomela recogiendo mi camisa del suelo y repitiendo mi nombre una y otra vez mas.
Fue la primera y luego me dice curiosidades al oido, de como la puedo imaginar sus pechos cuando la veo en el trabajo, o como se sentirá palpar ese enorme trasero negro.

No tengo cabeza para mi concentración, porque la siento en mi boca como ese sabor rancio que no se te quita en un rato, no me canso y la vuelvo a ver delante mío, tan hermosa con esos pechos chicos, me hace el amor por milésima vez, me elevo, llego a la cumbre, y me desplomo para poder descansar. 

Le busco en diferentes cuerpos,  muy ajenos a su presencia, esta otra chica no tiene su pelo azul, pues no le quiero, ella no es, no le conozco. Pero que debiera molestarme quien sea, le tengo delante mío y me ataca el hambre. Me la ceno como si fuera deber y miro luego la oscuridad de mi habitación, ella ya no esta a mi lado, pero  la que me gusta va a volver. 
Me siento ansioso, quiero volverle a ver y necesito mi droga, mi escape, mi salida. Me fumo un algodón con sabor a su fruta, y las pequeñas palomas no satisfacen mi hambre.

Me hallo en una orgía de sentimientos, no encuentro fin ni se por qué comenzó así, quiero parar y fijarme solo en sus ojos; un solo color, una sola piel, en sus grandes labios carnosos y esa épica cintura. 
Me siento como una bestia hecha prisionera en una jaula, no salgo de este tornado de jadeos, no ceso de pecar en contra de su memoria, vivo en lo oscuro de su recuerdo, poseído, no volví a ser mío desde el día en que por mi desgracia la conocí.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Amando al abismo: el reflejo



Así empieza la aventura de tan infame villano,
resisto los vientos y pronostican mi caída,
cayendo hacia lo oscuro cayendo voy,
albergando entre tantos cuerpos sintiendo el abrazo de la nada.

No me interesa su cuerpo,
pues he de vivir entre su piel cuando se mira en el espejo,
habito entre la comuna y el desamor,
en el deseo de su carne y mi omnipresencia.

Moro entre los lares de su espalda,
entre cada hebra de su pelo y la impureza de sus grandes labios,
ya queda menos de mí en este cuerpo y sobra tanto de el suyo,
no reconozco esos ojos marrones y esa barba no me pertenece.

Como un ángel puede danzar en las puertas del infierno?,
mis grandes alas se enlodaron y las guardo para que no me vean,
las aguas apenas tocan las suelas de mis pies y no me pierdo en la oscuridad,
al amarme en mi maldad no me atemoriza el sabor de la carne.

Invadir su cuerpo y el amor propio,
son acciones contrarias puesto a que le quise demasiado,
dejándome de amar y ver mi reflejo en su espejo desmoronar,
una sola pregunta denotando miles de respuestas y un posible adiós.

Y ahora eme acá amando al abismo,
amándole toda y quedándome con nada,
por siempre viendo mis ojos en el reflejo,
por siempre en un triángulo amoroso entre el abismo y la lascivia.








lunes, 27 de agosto de 2018

Amor e Morte: la señora azul



Cataclismo entre sus montañas,
picara sonrisa y gatuno su andar,
le escribió una carta al viento y voló,
voló lejos hacia su gran aventura.

La vi sentada entre tantas sombras,
todo blanco y negro en un sistema esclavista,
fue como un instante todo fue emocionante,
y la rarez de su color entre tanta opacidad. 

La poseía mas no era mía,
la raptaba para mí y no hacia nada,
me quede parado y no me salía el habla,
mas sin pensarlo me acerqué y le dedique mi admiración.

A quien mas que a ella le escribo de mi día,
porque se llevo un suspiro y de allí salió victoriosa,
sin saber nada ganó una guerra interna que tenía,
cuando disputaba un segundo que sus ojos se posaren en los míos.

Cual es la excusa de Odiseo y su infidelidad?,
fue la belleza de Calipso o el cansancio de su viaje?,
fue que olvidó de meta de a su cama volver a dormitar?,
o su tristeza al verse perdido por la niebla de su olvido?

Fui feliz y por esos pequeños momentos le aprecio,
quiero que me devuelva lo que sus labios me robaron aquella vez,
entre la ciudad colonial y buen gusto del vestir,
entre mi vicio y sus pechos hechos poesía.

Que hacer para hablarle señora azul?,
la sigo con mis ojos y no se digna a mirar,
usted ya va acompañada y no quiero forzar,
como respondera si voy a verla señora azul?

Escribiendo cartas al anonimato y viviendo con el hambre,
yo le llevo la maleta señora azul,
que hasta donde me diga caminaré con usted,
hasta que se olvide devolverme a casa.





lunes, 13 de agosto de 2018

Su sol y mi luna



Camino entre la muchedumbre y nadie me ve,
mi luz los acaricia y me convierto en ellos,
les despierto el deseo de jugar con sus sentimientos,
fabrico sus canciones con susurros y cuentos.

Tarareo una melodia de egocentrismo y libertad,
porque del egocentrismo y en amarse viene la libertad,
la libertad de hacer lo que venga en gana con a quien a amar,
y el egocentrismo de quererle para mi nada mas.

Que hace una eternidad en manos de tan bello tesoro?,
una magica maldición en posesión de un personaje secundario,
de un inocente en búsqueda de su libertad,
que te tomo para sí desde la primera oportunidad.

Acaso quebrantando mi risa calmará tu sed?,
te veo en un rato y luego desapareces en el horizonte de nuestro centro,
te muestras tan blanca y hermosa a la distancia ,
que te pienso un sueño y que acabo de despertar.

Estas son dos caras opuestas una a la otra,
la delicia de sus besos y el veneno de su saliva,
la anestesia oral que adormece tu mente,
emboba tus sentidos como invade mi luz a la tierra.

Tan vasta travesía la de su sol y mi luna,
un amor platonico hasta el final de los días,
yo no existo pues ella opaca mi luz,
y duerme con su brillo las calles del amor.








lunes, 4 de junio de 2018

Beso de medianoche




Dando vueltas entre una estancia abandonada,
clamo devoción a una añorada penitencia,
vertida entre los poros de mi morena piel,
escapando de mis ojos su cuerpo se desvanece.

He sufrido su beso todos los días al final del mismo,
yéndome en un viaje entre el humo de sus labios,
le expreso un suspiro cuando me empieza a tocar,
y me mira directamente como si en mi mente pudiera habitar.

Se acomoda en mi pecho cuando me dicen su nombre,
perpetua mi sensación de sus dedos al acariciarme,
en sus gestos la realeza de un tesoro correspondido,
en su seno el baluarte  que a mi afecto rehuye.

Me sumo a un sueño entre el canto de sus hijos,
quita almas que apasionan a los ingenuos,
se luce ante su desnudez bajo la luz lunar,
enfocando solo en ella su amor.

Entre lo callado de la noche un secreto fue revelado,
ha bajado de la gloria y me invita a volar,
en su pelo blanco y su gélida sonrisa,
entre lo maldito de mi suerte y sus pechos.

Debo acaso pretender evitarla?,
se convirtió en locura mis ganas de volverla a ver,
se convirtió en anacoreta mis ansias de volverla corroer,
se convirtió en una perdida sin yo aún poderla tener.

Se volvió realidad en mi realidad y ya no se si existo,
pues se sienta en la mesa cuando me siento a pensarla,
se mete en mi cama cuando con mi almohada la abrazo,
que me mira la soledad cuando me da el beso de medianoche.







lunes, 26 de marzo de 2018

La mujer de los dorados cabellos




Apresada entre las artimañas de mi mente,
le veo el rostro entre tanta gente,
el rizo de sus cabellos y la luz plateada ausente,
y en un descuido me hechiza en una mirada indiferente.

Amadme entre los besos traicioneros,
vuela entre su lecho y envolvedme en el eros,
tiernamente susurrare otra brujería besando tus senos,
despacio y sin la prisa contando con la inmortalidad de sus besos.

Que somos mas que dioses en constante desarrollo?,
la vi y sono su nombre en mis labios como un elogio,
maniatando mis fantasias de robarle un suspiro,
respirar su aire y en mi boca de vida un destello.

Dorados esos ojos y no exagero mi descripción,
pues es lo mas cercano que me socorrió mi imaginación,
el oro de su corona y en mi pertenencia santa devoción,
el comienzo de una leyenda que ya tiene narración.

Peino sus rizos componiendo una melodía con su pelo,
ella cierra los ojos cuando la toco y de ahí surge el tarareo,
y con las yemas pinto en su espalda una dedicatoria a su recuerdo,
luego cierro mis manos junto a la suya uniéndola a mi perigeo.

Cuanto se puede amar a alguien que no tiene forma,
no la veo pero la visualizo conmigo porque me ama,
tanta posibilidad de que sus ojos me roben una sonrisa,
le escribo a su sombra porque yo se que algún día fue la mía.

Por que recitar cuando su voz resuena entre la naturaleza,
me da aire para respirarla y las madrugadas para enamorarla,
queda silenciosa  y me mira llamándome a su patria,
salimos a pasear y nos dedicamos esta balada con elegancia.

Es poco lo que yo pudiera dar,
porque a su recuerdo le dedico mis noches solo esperando despertar,
no quiero abrir mis ojos pero la luz del día me empieza a molestar,
solo soñé con la mujer de los dorados cabellos amar.












miércoles, 31 de enero de 2018

El Hambre





Inevitable el final mas correspondido el mismo, viviendo en una sociedad donde se extingue el altruismo, es una excepción, una locura, donde la normalidad de la bondad se vuelve algo excepcional.
Confío en mi sombra, siempre seguidora, silenciosa amiga, que me acompaña en este trayecto en búsqueda de la felicidad. 

Es un bonito dia, dia soleado, la fecha no es importante pues marca mi tiempo, tiempo que ya no vale en mi anatomía, soy errante con patas cansadas en este mundo, un viajero que en su soledad encontró el significado de una vida sin igual.
Tengo hambre, y esa necesidad siempre ha venido conmigo, mas sin embargo una familia que me encontré en el camino ha sido bondadosa y me ha dado de su carne, estoy feliz, pero tengo hambre.

Los arboles me rodean como si marcaran su territorio, nadie entra, nadie pasa, mas las animas que circulan en un eterno conflicto de comer y ser comidas. Estoy en un paraíso terrenal, los aromas invaden mi olfato y hace salivar mi boca, mi imaginación se descontrola y mi cuerpo sufre un pequeño escalofrío, y llegue a la conclusión, tengo hambre.
Que es el amor mas que un punto de vista?, un forma de ver las cosas y darse cuenta de que no son, no fueron, nunca lo desearon, un segundo de felicidad que cambia radicalmente a horror. 
El sol se esta acostando, y sus rayos ya no tienen la misma intensidad, mi piel siente su ultimo adiós, este pensando en que nunca me volvería a ver, y yo esperando a su eterna perseguidora.

Que hago yo en estas montañas?, mi cuerpo desnudo absorbe todos los nutrientes, mis pies son como las raíces de un gran árbol que nunca cae, sus hojas caen y pierden color, arrancan sus ramas para hacer leña para su fuego, privándome de mi propia belleza, pero aun estoy, siempre huyendo de la vida, muy lejos de la muerte, mis raíces son fuertes y por siempre existiré, pero hay algo que atrofia mis buenas vibras y me molesta cada paso del tiempo en mi piel, el hambre.

Ya no veo el sol dar indicio de sus buenos deseos, mas se esconde junto a sus rayos pensando sorprender a mi dama, mas ella aparece blanca y majestuosa, callada y tan fría. Me aferro a su falda espectral y llego la noche, me observa desde su cielo y a ella la miro, atento, callado, atónito; ella me habla y yo la escucho, todo estuvo mas que perfecto hasta que cantó, cantó su dulce canción , y mi alma se sacude dentro mío, y el calor de el día se extingue de mi cuerpo.
Hambre es lo que tengo yo, un hambre insaciable, he comido y he comido, bebido, lo he saboreado todo, y aún asi esa sensación de intranquilidad perturba mi espíritu y me desenfoca mi sanidad.

Me quiebro en llanto, arrodillado esperando y teniendo esperanza de que algo caiga desde el cielo el poder de su gloria, y me quite el hambre, hambre que corroe mis pensamientos, lo bueno en mi, mi Fe.
No puedo concentrarme, pierdo el foco de la mirada dedicada a la Luna, y observo fuego de fogatas en los terrenos de este gran bosque. Oigo suspiros, siento muchas miradas acosándome en la oscuridad, me siento atrapado y me retuerzo en la tierra pidiendo parar, para ya, tengo hambre!

Me siento acorralado, mi estomago suena y me siento desmayar, ya se lo que viene, se lo que me espera, se esconde el día para no ver lo que pasa en la noche, porque esta es mi noche, la gran noche, cuando el romance baja de su gloria, y me hace despertar.

Mi llanto se escucha en todo el bosque, siento muchos corazones acelerandose mientras me desahogo con mi llanto, mi lamento, mi manera de decir que sufro de hambre, que se apiaden, denme de comer.
Nadie me da de comer, esos latidos se alejan por el bosque, corren y corren, y cada latido me hace pensar en una sola cosa: tengo hambre.

Corro por los bosques, quiero llegar a mi objetivo rápido, para que correr con dos si es mas rápido en cuatro extremidades?, mi velocidad incrementa y el viento es mi aliado, con el la inspiración de mi rapidez, y el olor que conlleva con el me enamora, mi visión se nubla y se torna de un tono rojo, puedo ver las ondas del sonido, el palpitar de un pecho asustado me atrae hacia el, llamándome, amándome, invitándome a sacear mi hambre, alguien se apiado de mi!

Veo de donde proviene tal latido, una bella joven de pelo blanco, sus ojos azules como lo mas claro de las aguas heladas, su piel tan blanca como el mármol mas puro; se encontraba escondida en un pequeño hueco entre las rocas.

- No temas de mi, bella criatura- le dije a aquella joven- la noche es demasiado tierna como para apreciarla desde un hueco tan oscuro.

Ella se sorprendió como si le hubiesen hecho algo terrible, su sorpresa de pronto se convirtió en miedo, y los latidos de ese corazón fueron incrementando en cada segundo, callada, pero su respiración agitada la descubría mas, y una lagrima se deslizaba por su mejilla, presenciando su propio final en sus manos que tapaban su boca para no proferir algún sonido.
Me acerco mas a ella, y ella sufre un choque eléctrico en su cuerpo y se retuerce gritando y tratando de alejarse, pero no cabe mas en aquel hueco.

Sus gritos se vuelven eternos, sus latidos van acelerando a paso doble, su respiración se vuelve demasiado agitada para ella poder hablar, y llora aquella criatura, y ya descubrí que era eso aún sabiéndolo desde mi llegado, cuando el canto de su pecho me llamó: miedo.
Le tomo del brazo y la arrastro fuera de su hueco, sus gritos me irritan y le pedí que parara, ella no quizo parar y así que le tape la boca.

Estaba yo encima de ella, sangre brotaba de su cara, y cuando dedique mi observación a donde provenía, eran mis manos, mejor dicho, mis garras, quienes le hacian daño.

Inevitable el final mas correspondido el mismo, la miré realizando mi propia realidad de lo que soy y por siempre seré, y mis ojos que se veían rojos en la reflexión de los suyos, mis colmillos y mi ferocidad en mi cara, y mi llanto sonó cuando todos estos pensamientos fueron interrumpidos por una sola cosa, algo que me ha venido acosando desde tiempo de antaño, ella no hace movimiento pero su corazón quiere salirse de su pecho, sus ojos abiertos como cristales del alma que ya sabían su inevitable final, mas solo pude decir:

- Tengo hambre.

















martes, 16 de enero de 2018

Ellas lo saben




Se dan cuenta que las miramos,
que la tierra tiembla en su caminar,
que se crea una atmósfera personalizada,
cuando nos transportan a una fantasía cuando nos hablan.

Ellas lo saben,
que son creídas diosas de una devota religión,
que su capricho derrumba imperios y libran guerras,
siempre en busca de la belleza sin igual.

Esa lo sabe,
mas no se perturba,
me vuelve un bobo al ubicar un recuerdo,
y se regocija de su soledad mas conquista el mundo.

Mas yo en la mía mas les cuento que,
ellas lo saben y juguetean con el latir de un pecho,
uno se disfraza mas ellas lo saben,
que estamos en busca de adueñarnos de su mirar.

Un suspiro en la madrugada,
la luz blanca que bajo ella su aspecto es tan fantasmal,
un momento dentro de su vista y al otro no existimos,
ese momento que se ha vuelto eterno.

Para quien son las poesias?,
en el regazo de una dama quien las merezca,
siempre queda amor para cada quien de ellas,
mas pues son de todas.

Son tormenta convertido a huracán,
navegamos en un mar y naufragamos en sus lagrimas,
nos alegramos si se alegran esas criaturas, 
pues la calma es vista mas no prolongada.

Ellas lo saben mas nosotros no le entendemos,
ellas son un misterio que no se descubre cada día,
yo lo sé mas escribo como si nunca sabré,
el secreto de lo bello por el amor a una mujer.








lunes, 8 de enero de 2018

Si le apetece





Si usted quisiera,
me le presento con el semblante orgulloso,
con las mas preciosas flores en mis manos,
y un cariño sincero en mi mirar.

Si le pudiese hacer falta,
yo sería su mas honesto amigo,
un perfecto amante en las madrugadas en París,
y el ensueño de sus placeres.

En este sentido le quiero expresar,
que me miras e inspiras mi valía como hombre,
su eterno poeta que le ha regalado la inmortalidad,
para siempre viviendo entre mis palabras.

Fue mio el asombro cuando la vi nacer,
desde los horizontes asomándose con su luz plateada,
oyendo voy la melodía de su amor,
en mi noches por siempre su nombre se me escapó.

Si le apetece podría dedicarle un escrito mas,
por el cual Afrodita nació de las espumas en Pafos,
así nacerá tu recuerdo acá en mi mente,
escondiéndose y asomándose en cada despertar.

No hace falta mencionar,
que sus espinas son para quien la quiera tomar
mi mano está desgarrada por ese bello tormento,
de mi sangre bebe mas no sufre sed.

Aqui le brindo mi cálida voz,
piense en mi cuando se vaya a acostar,
pudiese por lo que yo viva hacerme feliz,
con su mirada todos los días si le apetece.